La justicia de Suiza rechazó el pedido que Nasser al-Khelaifi, el empresario qatarí de la televisión y presidente del París Saint-Germain, presentó para que tres fiscales se recusaran de una causa abierta en contra del magnate, como parte de la vasta trama de acusaciones de corrupción en la FIFA. La corte penal federal suiza publicó el miércoles un fallo en que desestimó la querella presentada por Al-Khelaifi días después de su interrogatorio, realizado en diciembre.
El presidente del Paris Saint-Germain, equipo campeón de la liga francesa, y la cadena de transmisión BelN Media Group fueron acusados en febrero de incitar a un exsecretario general de la FIFA a cometer un acto penal agravado de malversación. Al-Khelaifi eludió una acusación de soborno al llegar a un acuerdo confidencial con la FIFA en enero para detener una denuncia penal ligada a la adjudicación de los derechos de transmisión a BelN entre 2026 y 2030.
La solicitud de recusación argumentaba que Al-Khalaifi no recibió tiempo suficiente durante el interrogatorio del 6 de diciembre para abordar todos los puntos que quería. Su abogado dijo que se le notificó sólo tres días después que el empresario sería acusado, y que los fiscales mostraron un “desinterés total” por tomar en cuenta debidamente sus argumentos de descargo. Un panel de tres jueces federales desestimó la queja en un fallo fechado el 24 de marzo. La determinación señala que Al-Khelaifi debe pagar 2.000 francos suizos (2.060 dólares).
Entre la primera ronda de interrogatorios a Al-Khelaifi, en octubre de 2017, y la última, en diciembre pasado, el fiscal principal en la investigación suiza más amplia sobre la FIFA dejó su cargo pese a que se le exoneró de una conducta supuestamente cuestionable, vinculada con un el caso del fútbol. Aunque los fiscales suizos ganaron el fallo más reciente sobre procedimientos, su investigación se ha topado con problemas, de acuerdo con distintos reportes.
El diario francés Le Monde informó el mes pasado que un juez federal pidió más evidencias para sustentar los cargos imputados a Al-Khelaifi. El empresario ha negado la comisión de cualquier acto indebido. Se convirtió en miembro del comité ejecutivo de la UEFA el año pasado aún estando bajo investigación.
Se le acusa de permitir que el exsecretario general de la FIFA Jérôme Valcke usara una villa de lujo en la isla italiana de Cerdeña sin pagar el alquiler. Valcke enfrenta cargos por varios delitos, incuido el de soborno, aunque también afirma que es inocente. BeIN ha señalado que el precio que pagó por los derechos de los Mundiales de 2026 y 2030 muestra que no se alcanzó acuerdo alguno para ser favorecida. Ese precio se acercaría a los 500 millones de euros (540 millones de dólares).
AP
