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La tecnología, al servicio del deporte

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En la era de la tecnología, los avances no solo sirven para mejorar el rendimiento y las marcas de los deportistas, como pueden ser los pulsómetros, los bañadores mágicos o los chips en las botas de fútbol de Messi.

Estos progresos también sirven para que los espectadores disfruten más y mejor de un espectáculo como es el deporte. Así ocurre con las nuevas cámaras de movimiento de la NBA y el Ojo de Halcón en el tenis o el fútbol.

La NBA ha sido la última gran liga en aumentar su potencial. Esta temporada, que empieza el 29 de octubre, instalará cámaras de movimiento en todas las canchas. El sistema de seis cámaras proporcionará a los entrenadores, jugadores y aficionados información sobre cada movimiento de un jugador dentro de la cancha, su esfuerzo y cansancio físico e, incluso, puede vigilar el trabajo de los árbitros.

Antes que la mejor liga de baloncesto del mundo, otros deportes abrieron ya su mente a las nuevas tecnologías. Probablemente, el artilugio más conocido sea el Ojo de Halcón que se utiliza en el tenis para decidir sobre bolas dudosas. El sistema informático genera una imagen de la trayectoria de la pelota que puede ser utilizado por los jueces de silla.

Además, el Hawk-Eye posee el atractivo de crear expectación en el público, ya que los espectadores pueden seguir la trayectoria de la bola como si de una repetición se tratara. Se utilizó por primera vez en el US Open en 2006.

Hasta ahora, el avance más polémico ha sido el de los bañadores mágicos, que aparecieron en 2008 utilizando materiales high-tech como el poliuretano y el neopreno. Dotaron a los nadadores de mayor flotabilidad y los récords mundiales empezaron a caer escandalosamente. En los Mundiales de 2009 de Roma se batieron 43 nuevos récords del mundo, 18 más que en los JJ OO de Pekín'08 y 28 más que en Melbourne '07, sede de los anteriores Campeonatos del Mundo.

La Federación Internacional de Natación (FINA) decidió prohibirlos desde el 1 de enero de 2010. Uno de los deportes más exigentes, el atletismo, intenta hacer más llevadero el sufrimiento de los deportistas.

Por ejemplo, los maratonistas pueden competir ahora con un calzado que solo pesa 160 gramos. Han sido utilizados por estadounidenses, rusos y keniatas.

En los Juegos de Londres 2012, los velocistas Tyson Gay y Justin Gatlin se presentaron en la prueba de los 100 m con un traje revolucionario de cuerpo entero que, según la marca que los fabricó, les permitiría mejorar 0,023 segundos sus marcas en el hectómetro.

La campeona olímpìca de 200 m, Allyson Felix también se benefició, como el resto del equipo olímpico estadounidense.

Ciclismo y F1 se unen

Los deportes de motor son los que se encuentran más a la vanguardia. El paradigma es la F1. El gran circo es un deporte al servicio de la tecnología: pilotos e ingenieros trabajan para hacer mejor una máquina. Basta el detalle de que las escuderías fueron las primeras en empezar a utilizar los túneles del viento de la industria aeronáutica para mejorar la respuesta aerodinámica de los monoplaza.

Una de las grandes ventajas que la F1 esgrime ante el derroche de dinero es que muchos de los prototipos que montan en sus coches luego encuentran aplicación en los utilitarios de calle. Ejemplos son el ABS, el control de tracción o el cambio automático.

En ciclismo, el equipo británico Sky apuesta por tecnología de la F1. La escuadra firmó en 2010 un acuerdo con la división tecnológica de McLaren (MAT) para usar las instalaciones de Woking (Inglaterra), así como beneficiarse de los adelantos en telemetría, simulación y aerodinámica.

De hecho, han tenido acceso al túnel del viento donde nació el McLaren MP4/23 con el que Hamilton consiguió ser Campeón del Mundo en 2008.

Uno de los deportes que más se está resistiendo a los cambios es el fútbol. Como norma general, sus dirigentes no quieren cambiar nada, a pesar de las continuas polémicas que provocan fueras de juego, penaltis o goles.

Sin embargo, algo está cambiando en la FIFA y su presidente, Joseph Blatter, confirmó a finales de 2012 que el Ojo de Halcón o el chip en el balón se utilizarán en el Mundial de Brasil para evitar los goles fantasma. La Premier League inglesa utiliza ya esta temporada el Hawk-Eye.  Al igual que ocurre en la F1, gran parte de esta tecnología llega al público en general en el deporte rey.

"En la actualidad usamos un software que analiza la distribución de los jugadores en el campo y nos ayuda a valorar su rendimiento físico. Pero también contamos con aplicaciones telefónicas, pulsómetros, sensores de varios tipos, gafas con cámara integrada e incluso un drone, un pequeño aparato capaz de volar por control remoto y grabar imágenes que nos permiten analizar los movimientos tácticos desde una perspectiva aérea", comenta José Ignacio Marcet, presidente de la Fundación Marcet, una escuela de fútbol española presente en más de 25 países.

La evolución en las marcas gracias a los avances tecnológicos ha sido continua y, parece, que seguirá imparable. Según un estudio publicado por la revista científica Nature en 2012, el ciclismo es el deporte que más ha mejorado desde los primeros Juegos Olímpicos, los de Atenas 1896, con una mejora en sus marcas del 221%. Le siguen el salto con pértiga (86%) y la jabalina (95%).

Por Eugenio G. Delgado

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