RÍO DE JANEIRO – Kristin Armstrong realizó otro esfuerzo de oro en la prueba contrarreloj de los Juegos Olímpicos; esta vez, deslizándose a través del viento y la lluvia, cuando su hijo de cinco años la animó en la parte final de la competencia. “Mamá”, preguntó Lucas, “¿Por qué estás llorando?, ¡ganaste!”.
Otra vez. La ciclista norteamericana logró su tercera medalla consecutiva de oro, el miércoles, conquistando una brutal pista en los Juegos de Río. Su tiempo, de 44:26:02, superó por un pequeño margen de 5.55 a la medallista de plata Olga Zabelinskaya, de Rusia. Sobre las lágrimas, bueno, “es una gran pregunta para un niño de cinco años”, dijo Armstrong. “Eso es lo que hacemos, lloramos cuando estamos felices”. Tendré que explicarle esto un poco más tarde”.
Zabelinskaya, ganadora de plata, recibió la autorización para competir apenas unos días antes; mientras la holandesa Anna van der Breggen se quedó con el bronce en la competencia. La holandesa Ellen van Dijk se deslizó por el húmedo camino de la costa sur de Río de Janeiro y terminó cuarta. La italiana Elisa Longo Borghini fue quinta, y la campeona del mundo Linda Villumsen, de Nueva Zelanda, sexta. “Fue muy difícil, los caminos y las colinas estaban sumamente resbalosos”, dijo Villumsen. “No quise tomar riesgos y eso me costó tiempo, la carrera no fue de la manera que yo esperaba”.
A pesar de su ‘pedigree’, Armstrong fue una controversial selección en el equipo de Estados Unidos. Antes de los Juegos de Londres, tuvo un breve retiro por segunda ocasión en su carrera; después, a principios de este año, decidió perseguir su tercera medalla de oro.
Pero había evitado participar en las carreras más duras de Europa para pasar más tiempo con su familia, mucho del disgusto de las rivales que hicieron el sacrificio de competir. Después, vinieron acusaciones sesgadas: su entrenador de toda la vida, Jim Miller, también dirige el equipo nacional de ciclismo de Estados Unidos, por lo que incidió en las deliberaciones sobre su selección en el equipo. Dos estadounidenses fueron a arbitraje para tratar de hacer el equipo, una de las ciclistas había derrotado a Armstrong en los campeonatos nacionales, poniendo en duda su lugar en el equipo. No fue hasta la semana antes de viajar a Brasil que se confirmó el lugar de Armstrong. "Un tercer lugar habría sido un muy mal resultado para mí. Tenía que ganarlo todo, supe cómo hacerlo día por día." Kristin Armstrong “Cuando ya has estado dos veces en la cima del deporte, ¿por qué tomar el riesgo de regresar por una medalla de oro?, la mejor respuesta que puedo dar es, porque puedo”, dijo. “Hoy, las estrellas se alinearon”. Su última medalla de oro fue casi la más difícil. “Tuve la travesía más difícil en estos Olímpicos que jamás he tenido”, dijo Armstrong
. “Había mucha presión y no me di cuenta hasta este año, un tercer lugar habría sido un muy mal resultado para mí. Tenía que ganarlo todo, supe cómo hacerlo día por día”. Armstrong lideró por cerca de cinco segundos la prueba, pero había perdido tres segundos ante Zabelinskaya en la revisión del segundo parcial. Hizo la diferencia cerca del final, precisamente en el tipo de terreno que le viene perfecto a su estilo. “Mi entrenador se mantuvo diciéndomelo. Éste es”, comentó. “Y cuando faltaban cinco kilómetros, me dijo, ‘aquí vamos, depende de ti el color de la medalla que quieres’.
Yo dije, ‘bueno, ¿depende de mí?’”. Estaba luchando en el tramo final con Zabelinskaya, una figura controversial en la carrera. La rusa dio positivo por octopamina en julio de 2014 y pasó por una suspensión de 18 meses, ésa violación de la reglamentación antidopaje la alejó de los Juegos de Río hasta que el Comité Olímpico Internacional cambió las reglas y permitió competir a los atletas rusos implicados en el escándalo de dopaje. “Por la mañana nos dijeron que podíamos participar, la tarde previa nos habían dicho que no, fueron dos semanas así; tenía mi boleto para regresar a Rusia”, dijo Zabelinskaya. “No soy la única ciclista que ha tenido problemas de dopaje en el pasado, creo en que todos los atletas están limpios”, agregó Zabelinskaya, quien ha mantenido siempre que es inocente.
AP
