Visitante No. 
Hit Counter provided by Skylight

El Team USA femenino, 24 años de ininterrumpido sueño olímpico

Publicado el

Members of the U.S. women's basketball team celebr

 

Como acostumbra a pasar en las películas, las secuelas raramente superan al original. Este verano se cumplirán 24 años de una de las mejores historias vividas en el mundo olímpico y más concretamente del baloncesto. El legendario Dream Team de Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird no solo se llevó con contundencia el oro olímpico en Barcelona 1992, sino que dejó hipnotizados y para siempre enamorados de este deporte a millones de aficionados de todo el mundo.

Sus continuaciones fueron de lo dominante a lo lamentable, tocando fondo en el Mundial de Indianapolis de 2002, quedándose fuera del podio. Y si bien su versión actual ha recuperado con creces la hegemonía mundial, la denominación de Dream Team hace tiempo que quedó en desuso para la selección masculina estadounidense. Irónicamente, el toque de atención que su versión femenina necesitaba llegó también en los Juegos Olímpicos de Barcelona ante un rival en crisis de identidad.

En plena desintegración de la antaño superpotencia, los deportistas de la Unión Soviética se vieron obligados a presentarse bajo la bandera olímpica y la denominación oficial de “Equipo Unificado”. Para su selección femenina, iba a ser la última vez que jugadoras rusas, ucranianas o bielorrusias iban a jugar juntas, y lo hicieron despidiéndose a lo grande. Lideradas por el seleccionador Evgeny Gomelsky (hermano de otra leyenda de los banquillos como Alexander Gomelsky), los restos de la vieja selección soviética dejó sin medalla de oro al lujoso Team USA de Cynthia Cooper, Teresa Edwards o Teresa Weatherspoon, eliminándolas en semifinales. Aquel torneo sellado con un agridulce bronce fue la última ocasión en la que Estados Unidos no se subió a lo más alto del podio olímpico.

 

Members of the U.S. women's basketball team celebr

 

Pero 1996 fue la redención. La nueva generación de Lisa Leslie, Dawn Staley o Sheryl Swoopes se mostró preparada no solo para recuperar el dominio mundial para Estados Unidos, sino para dar un paso adelante en la popularización del baloncesto femenino. El oro de Atlanta fue la chispa necesaria para crear tras varios intentos fallido una liga profesional estable, la WNBA, que desde entonces da cobijo a las mejores jugadoras del mundo y, muy especialmente, nutre de talento a la selección estadounidense.

Hubo un tropiezo aislado (Mundial 2006), pero lo que vino tras Atlanta 1996 son más de dos décadas de dominio casi indiscutible de Estados Unidos en el baloncesto femenino. La cita de Río 2016 supone la oportunidad de lograr la sexta medalla olímpica de oro consecutiva. Y todo lo que no sea conseguirlo con autoridad sería una sorpresa mayúscula para un proyecto diseñado con un único propósito: ganarlo todo. Y este diseño tiene un autor. Geno Auriemma es mucho más que un mero entrenador.

El técnico nacido en Italia hace 62 años ha convertido a la universidad de Connecticut en una asombrosa fábrica de talentos de la que salen incluso cinco de las componentes de la actual selección estadounidense: Sue Bird, Maya Moore, Diana Taurasi, Tina Charles y la más joven de todas, Breanna Stewart. El dominio en la NCAA de la UConn de Auriemma, campeona nacional en dos de los últimos 4 años, es muestra clara de la insaciable hambre ganadora que el entrenador genera en sus jugadoras.

El estilo directo, exigente y metódico de Auriemma ha tenido un éxito sin precedentes a nivel universitario e internacional. Para las jugadoras de la selección, representar a su país cada dos veranos no es solo una cuestión de patriotismo o de popularidad. Es también aprender con uno de los grandes maestros del baloncesto, independientemente del genero de los jugadores a los que entrene. Incluso veteranísimas con poco ya por aprender como Sue Bird o Diana Taurasi regresan siempre que pueden para su reencuentro periódico con su gran mentor.

Eso sí, mención especial en esta relación merece Tamika Catchings, tres veces campeona olímpica, dos veces campeona mundial y con planes de retirarse a final de la presente temporada. Para colmo, la futura integrante del Salón de la Fama salió de la otra gran factoría de talento de la NCAA: la Universidad de Tennessee de la tristemente fallecida Pat Summit, archirrival de Geno Auriemma durante décadas.

A sus 37 años, Catchings será la jugadora de más edad que disputa unos Juegos Olímpicos con la selección estadounidense femenina, y servirá para cerrar un círculo de 20 años con el programa nacional que arrancó precisamente en Brasil, en el Mundial Sub-19 disputado en Natal en 1997 donde, por supuesto, también se llevó el oro. Más allá de otro valioso reencuentro con Geno Auriemma, para Tamika Catchings, Sue Bird y Diana Taurasi participar y ganar en Río 2016 serviría para lograr otro hito histórico, igualando el récord olímpico de más oros (4) conseguidos en baloncesto olímpico que ostentan las legendarias Teresa Edwards y Lisa Leslie. Suficientes motivos para no desperdiciar otro campamento más con la selección estadounidense.

Y es que, contrariamente a sus equivalentes masculinos, donde en la presente edición solo Carmelo Anthony y Kevin Durant tienen experiencia olímpica previa, la continuidad de sus jugadoras campeonato tras campeonato sería la envidia de cualquier club. Hasta 9 jugadoras repetirán en plantilla respecto a 2012, con solo Elena Delle Donne, Brittney Griner y Breanna Stewart (todas debutantes en la WNBA después de la cita de Londres) como novedades. Eso sí, esta comparación sirve para notar la ausencia más llamativa de la lista de 12 jugadoras de las que dispondrá Geno Auriemma.

La baja de Candace Parker, una de las jugadoras más icónicas del baloncesto femenino, fue sonoramente discutida tras el anuncio de la selección definitiva y sigue siéndolo, especialmente por su espléndida campaña con las Sparks, grandes dominadoras de la temporada WNBA. Si bien su descarte se justificó por un exceso de jugadoras que necesitan el balón para marcar diferencias, su doble condición de ex-jugadora de Pat Summit y de imagen publicitaria de la marca adidas (Nike viste a las selecciones estadounidenses) son combustible suficiente para las suspicacias.  

Haber anunciado con atípica antelación la lista de convocadas (27 de abril) también dejó fuera a la que muy posiblemente sea la gran favorita hoy por hoy al MVP de la WNBA: Nneka Ogwumike, curiosamente compañera de Candace Parker en las Sparks. Pero incluso siendo dos de las jugadoras más en forma del momento, no contar con las dos estrellas de Los Angeles no supone para Estados Unidos perder en lo más mínimo su condición de favorita indiscutible.

La plantilla mezcla talento, defensa y físico con una magnífica armonía, desde la inteligente dirección de juego y genialidad de las veteranas Sue Bird y Lindsay Whalen hasta la contundencia interior de una Tina Charles en el mejor momento de su carrera, junto a Sylvia Fowles, Brittney Griner y la joven Breanna Stewart, quien tras cuatro temporadas ganándolo todo en NCAA a las órdenes de Geno Auriemma ya se ha consolidado como una de las mejores jugadoras defensivas de la WNBA a sus 21 años de edad.

Pero donde Estados Unidos marca la diferencia es en las alas. Contar con dos anotadoras del nivel de Maya Moore y Diana Taurasi, quizás las dos mejores jugadoras ofensivas de la historia reciente del baloncesto femenino, es suficiente para sembrar el pánico entre las rivales. Elena Delle Donne, vigente MVP de la WNBA, es el comodín perfecto en cualquier posición para su debut olímpico, mientras que la capacidad defensiva de Angel McCoughtry le hace todavía indispensable incluso sin tanta responsabilidad en ataque. Y, en un rol más secundario, otras dos veteranas como Seimone Augustus y Tamika Catchings tienen aún combustible de sobra para no bajar el nivel del equipo en sus más limitados minutos. Su camino al oro tendrá obstáculos.

Australia presenta un experimentado equipo más que preparado para la transición tras la retirada definitiva de Lauren Jackson, con la explosiva presencia de Liz Cambage en la pintura como su nueva cara visible. España, la finalista del pasado Mundial, se dejó gran parte de sus aspiraciones tras la lesión de Sancho Lyttle, una de sus mejores jugadoras, pero mantienen un bloque suficientemente conjuntado y talentoso como para aspirar a las medallas. Francia (finalista en Londres 2012), Serbia y la organizadora Brasil serán otras candidatas al podio, pero ya lejos del nivel de Estados Unidos. Solo Australia y en menor medida España parecen hoy por hoy capaces de plantar cara durante 40 minutos al inacabable talento del que dispone Geno Auriemma.

Este 5 de agosto se cumplen 24 años de su última derrota en unos Juegos Olímpicos, en aquella sorprendente semifinal ante el efímero Equipo Unificado. El progreso realizado desde entonces en el baloncesto femenino estadounidense ha sido espectacular, desde la consolidación de la WNBA hasta establecer una hegemonía aplastante a nivel mundial. Quizás el único Dream Team que merece pasar a la historia solo existió hasta 1992, pero no hay sueño que haya durado más tiempo que el de las damas de Estados Unidos. Río de Janeiro será otra prueba de fuego para el equipo más dominador del baloncesto actual.

 

Por Alberto de Roa, ESPN 

Noticias Relacionadas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

Curiosidades Deportivas
Esgrima_Jogos_Panamericanos_1_14072007
Dos curiosas anécdotas (cara y cruz) en la historia de la esgrima olímpica [...]
Estrellas del Futuro
GetAttachment.aspx
Isabella Rocha, una campeona con mucho futuro en el baile [...]
Cubanos por el Mundo
ROBIN PRENDES
Robin Prendes: con lo mejor de dos mundos a las olimpiadas de Río de Janeiro [...]
Cine Deportivo
1366_2000
'Carros de fuego' ('Chariots of Fire', 1981) [...]